Hayao Miyazaki se despide de la animación con la que seguramente sea su película más adulta y sobria,
El viento se levanta. Una invitación a soñar con la que nos adentra en la Segunda Guerra Mundial.
"Le vent se lève... li faut tenter de vivre!"
(¡El viento se levanta!... ¡Hay que intentar vivir!)
Paul Válery
La parte mágica, tan característica del cine de Miyazaki, es remplazada por su parte onírica, en la cual el protagonista se debatirá sobre si es lícito seguir luchando por su sueño, crear un avión, pese a saber que será la pesadilla de otra gente.
Personalmente habría preferido que el autor se despidiera con algo más llamativo. Aún así nos deja bonitas imágenes y una clara idea de perseverancia y lucha.
¿La habéis visto ya?
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